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Contrario a lo que se pueda pensar, no ha habido nada de grandilocuente, ni homenajes exagerados en el desfile de Jesús del Pozo. Esto fue lo que nos dejó el pequeño gran diseñador desde ahí arriba.
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Andrés Sardá ha conseguido probar en esta ocasión que hay vida más allá del encaje cuando se trata de dar forma al universo de las prendas más sensuales. La nueva colección del diseñador catalán se centra en la moda de baño emprendiendo un viaje milenario a las culturas ancestrales de orillas del Mediterráneo. Así, los elementos de la antigua Grecia y el lejano Egipto se apropian de sus seductores bañadores, explosivos triquinis y unas vaporosas togas see through que parecen propias de la diosa Afrodita. Lo que no me gusta nada son las plataformas, y totalmente de acuerdo con la opinión de Nacho Montes sobre esos zapatos que han estropeado una magnífica colección.
¡Espléndido Duyos! Absolutamente merecida la ovación que ha recibido al terminar el desfile. Con timbales de fondo, semejante a un estilo muy safari.
El diseñador, Adolfo Domínguez, se diferencia del resto esta temporada por adoptar una serie de estampados arty que recorren caprichosamente vestidos camiseros, tops etéreos y fadas en ocasiones tableadas. Salvando las distancias, podríamos decir que Domínguez apela a una mujer similar a aquella que se fija en los diseños de Miu Miu. En definitiva, busca a una chica joven y con un gusto caprichoso. Los colores pastel dominan –azules suaves, amarillos candy, turquesas, crudos y blancos nucleares- en una propuesta que reinterpreta la década de los 50 con prendas sporty, extrovertidas y divertidas. Otra de las tendencias que ha adoptado Domínguez consiste en aplicar colgantes xxl sobre los cuellos en pico de vestidos camiseros. Un concepto que vemos en las calles de Milán, París y Nueva York y que ha sabido integrar en su fresca propuesta de verano.
Linos lavados y sastrería entallada, sin hombreras ni refuerzos, así como estampados en pachwork componen la extensa colección diseñada para el hombre.(Pedro Zozaya www.vogue.es)
Y además un elemento súper importante en esta colección, que son las libélulas que se han usado a modo de estampado o como peculiaridad en diferentes tejidos más sobrios. Fue una propuesta hecha por su hija pequeña mientras dibujaba y su padre lo adaptó a sus diseños para este próximo verano.
Las prendas de verano también exhiben destellos tornasolados; un efecto arriesgado que en manos de Victorio & Lucchino adquieren más bien matices metálicos y sutiles brillos de holograma. Interesante resulta el modo en el que han conseguido enroscar el tejido dando lugar a rosetones florales que aparecen en los vestidos dando forma a los hombros y la cintura. Para mi una colección sublime.
Angel Schlesser, uno de mis diseñadores favoritos, sobre todo por esas líneas tan simples ,por llamarlo de alguna manera, una forma muy relaja, aunque cuidada hasta el mínimo detalle y elegante en todo momento. Luego la puesta en escena, es maravillosa, agradable y las modelos con unos peinados y maquillajes muy naturales. El uso de colores metalizados, la mezcla de algunas prendas del blanco con el dorado. Y esos maravillosas chaquetas y americanas con hombreras pronunciadas.
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Una de mis prendas favoritas de esta colección...
Así es cómo Miguel Palacio ha cerrado la primera jornada de la Cibeles Madrid Fashion Week. La verdad bastante rockero, con un peinado punky y una estética excéntrica. En mi opinión una colección demasiado recargada, es verdad que me quedaría con bastante prendas, como los pantalos pitillos con esos detalles en los gemelos, con varias de manga farol o cualquiera de las camisas propuestas.
Fotos: © Tomy Pelluz
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